Género — Drama
Duración — 60 Minutos
Actores — 3
Premio Max Aub de Teatro en Castellano 2019

Las cosas siempre acaban ocurriendo en los lugares en los que nunca ocurre nada.

Si alguien pudiera dibujar con tiza una línea recta en el suelo que dividiera en dos partes iguales el mundo, todas las personas que lo habitan podrían separarse en dos grandes grupos: a un lado de la marca quienes preferían buscar cuando de pequeños jugaban el escondite, y al otro lado de la raya blanca los que se escondían.

Encontrar o escapar.

De eso es justo de lo que trata esta obra. De eso es justo de lo que hablan los personajes encerrados en la habitación de un hotel en el que el oxígeno se vuelve denso, como si fuera una parte tangible de la escenografía. De eso es justo, en definitiva, de lo que está llena la vida, de momentos en los que hay que tomar decisiones; de posicionarse, de decidir si preferimos quedarnos quietos o salir corriendo.

Un avión que despega y un avión que aterriza. Dos ciudades. Y en medio unas horas repletas de silencios, de diálogos intrascendentes, de llamadas telefónicas, de relatos de Nabokov, de viejos recuerdos, de lluvia, de cigarrillos compartidos, de esmalte de uñas y de comida china.

Un día cualquiera en un hotel cualquiera. Uno de esos hoteles de carretera en los que nunca ocurre nada. Uno de esos lugares en los que al final, siempre acaba ocurriendo algo.